Sepas Cuando Natural NO es...
Productos orgánicos, productos silvestres, productos artesanales, o
productos naturales son términos que si bien a muchos le suenan a
sinónimos tienen significados distintos que vale la pena conocer para
que a la hora de comprar sepan exactamente en que están gastando su
dinero.
De todos estas significaciones, el único que podría
parecerse a una calificación de “orgánico” son los productos
silvestres.
Las moras o frambuesas que se hallan en alguna área
campestre se aproximan más al termino de orgánico pero sin poseer de
una certificación que los garantice
“Artesanal”, en cambio, indica a
casero lo que no implica libre de pesticidas. De acuerdo a la concepción
popular, los productos naturales son puros y sin intervenciones.
Sin
embargo, en el mercado actual, muchos de los productos que ostentan de
naturales no lo son, incluso algunos poseen conservantes peligrosos para
la salud.
Para terminar términos como silvestre, artesanal, o
natural no cuentan con ningún tipo de certificación que respalde la
inexistencia de agrotóxicos.
Desdichadamente no se requiere certificación para que un producto sea categorizado como natural pero sí para uno orgánico. No obstante, Si bien es cierto, las exigencias de las entidades certificadoras varían entre si casi todos coinciden, por regla general, para que un producto sea marcado como orgánico, este debe haber crecido en un medio ambiente de biodiversidad donde los agroquímicos no fueron empleados asi como tampoco la ingeniería genética.
En Chile, es el SAG, a través de la ley gubernamental Nº20089 quien regula que los productos orgánicos sean producidos, elaborados, envasados y tratados de acuerdo a la norma. En concordancia con la ley los Según la norma ”Todo producto de origen silvoagropecuario que se haya originado en un proceso productivo orgánico, para ser reconocido como producto orgánico o producto ecológico o "producto biológico, debe estar certificado por una entidad acreditada y registrada en el SAG”.
El SAG actúa como la autoridad delegada para controlar la observancia de la ley gubernamental.
Asimismo, controla el uso del sello oficial establecido para los productos orgánicos y condena las infracciones que se pudieran ocasionar.
Con el fin de certificarse hay dos sistemas que rigen según la norma, el primero es a través de un organismo certificador privado como CERES, y el segundo es en forma directa a través del SAG con la desventaja de no poder trabajar con intermediarios.
El sello oficial que se otorga a un producto orgánico dependerá de su constitución, de esta manera este puede gozar de un sello que lo señale como 100% orgánico, en transición, o producido con productos orgánicos lo que significa que al menos 70% de sus ingredientes son orgánicos.
Si se goza de una propiedad en donde se practique la agricultura orgánica, la certificación es una excelente alternativa para el vendedor y comprador, ya que hoy en día no existe una relación directa entre ambos y el conocimiento de procedencia de los productos es para el comprador en la mayoría de los casos nula. El vendedor, por otro lado puede gozar de un precio más justo al tener sus productos certificados.
Sin embargo, la ley establece la voluntariedad del proceso de certificación de esta forma, no existe la obligatoriedad de certificación si un agricultor no lo desea, pero, no podrá señalar sus productos ni como orgánicos, ni como ecológicos ni como biológicos bajo ningún punto de vista. De esta manera, en la venta de productos naturales en Chile, es conveniente preferir productos certificados, ya que al menos gozaríamos de alguna seguridad en relación a lo que realmente estamos comprando.